Hoy ha sido un gran día, último día de mis primeras prácticas en el colegio y a su vez mi colegio de pequeña, un día lleno de emociones. Puedo decir que han sido sentimientos de todo tipo como una explosión de ellos a la vez.

Tengo felicidad por todo lo vivido con ellos durante estos dos meses y tener esa sensación de que todo ha sido como si de un sueño se tratara.
Tengo tristeza al ver como me decían “no te vayas profe”, “te vamos a echar de menos” o “tráete los libros de la universidad y das las clases aquí”...
Tengo amor, mucho amor por lo que hago, por los niños y por esta profesión que sin duda no puede ser mejor y dar más satisfacción.
Y es lógico que sentiré mucha nostalgia por no verlos todas las mañanas, han sido mi día a día estos 2 meses y da pena tener que despedirme, aunque solo sea por un tiempo corto hasta las próximas prácticas, el año que viene los volveré a ver, eso lo tengo seguro y los visitaré todo lo que pueda, está prometido.
Al fin y al cabo nuestro trabajo es así, los acompañamos en su paso por primaria y se van haciendo mayores, siempre habrá despedidas. A algunos puede que no los volvamos a ver y con otros habrá encuentros inesperados, pero siempre quedarán los recuerdos marcados en nuestra memoria y si somos buenos profesores también quedará en la de ellos.
Unas de cal y otras de arena, pero sin duda me quedo con lo positivo. Todo para enfrentar con fuerza lo que me queda de carrera y mejorar siempre como persona aprendiendo todo lo que nos enseñan los niños, a veces hasta sin darnos cuenta. Y de esta manera, llegar a ser una gran profesora...
¡Feliz Navidad y feliz de elegir esta preciosa y gratificante profesión!